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Amazonía, Altiplano y Chiquitanía, construyen y fortalecen procesos de gestión de riesgo hacia la  resiliencia

Escrito por: Practical Action

El pasado 14 de octubre, el consorcio de instituciones -que da continuidad a los procesos de construcción y fortalecimiento de la resiliencia en la Amazonía y el Altiplano, y ahora en la Chiquitania-, organizó el evento virtual denominado: Avances y perspectivas de la gobernanza del riesgo de desastres en Bolivia, el mismo fue coordinado junto al Viceministerio de Defensa Civil (VIDECI), cuyo representante presentó los logros y avances alcanzados a nivel país en la gobernanza para una gestión de riesgos efectiva, en el marco de los compromisos internacionales asumidos por el país en Sendai (2015).

El evento fue realizado en conmemoración por el Día internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres (DIRRD) designado por la asamblea general de la ONU, con el propósito de concientizar a los gobiernos y la opinión pública para que se tomen medidas encaminadas a minimizar los riesgos de  desastres. Este año, se hizo énfasis en la gobernanza, como una de las metas planteadas en el Marco de Sendai.

Durante la jornada se destinó un espacio para presentar los proyectos Resiliencia Altiplano y Resiliencia Chiquitania que cuentan con el apoyo del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea (ECHO) y son implementados por la FAO, institución líder, Practical Action (Soluciones Prácticas), Unicef, Ayuda en Acción, Visión Mundial (en el Altiplano), y a las que se suma la OIM, para las acciones coordinadas en la Chiquitania.

Colombia y Venezuela gestionan el riesgo a través estrategias en medios de vida

La implementación del proyecto Resiliencia altiplano, tiene un alcance trinacional (Bolivia, Colombia y Venezuela). Durante el evento la representante de la FAO Colombia, compartió la experiencia interinstitucional para  la gestión del riesgo agropecuaria con enfoque multiamenazas que se basa en una estrategia de gestión de la información para el conocimiento y prevención del riesgo de desastres y adaptación al cambio climático a través de un sistema de mapeo territorial en áreas agropecuarias.

El representante de FAO Venezuela mencionó que se está trabajando con unidades educativas y familias agricultoras para la producción de alimentos saludables y nutritivos que beneficiarán a la población venezolana, fuertemente golpeada en los últimos años.

La gestión de riesgo integrada desde Bolivia

Representantes de las instituciones que conforman los consorcios en Bolivia,  presentaron no solamente las estrategias en implementación para estos dos espacios territoriales, sino que además demostraron su impacto en espacios de intervención conjunta anteriores en la Amazonía boliviana.

La integralidad y multisectorialidad de las acciones en educación, agua y saneamiento, medios de vida productivos, acceso e innovación tecnológica se suman a una fluida sinergia interinstitucional  que se refuerza con la coordinación con el VIDECI, como cabeza del sector. Todo ello orientado a fortalecer la gestión de riesgos y la resiliencia de comunidades rurales y peri-urbanas en el Altiplano y Chiquitania de Bolivia.

Representantes y socios locales

Las afectaciones por emergencias y desastres representan grandes pérdidas en los contextos locales de Bolivia. Los últimos seis meses los gobiernos municipales tuvieron que atender eventos adversos en el contexto sui generis del COVID-19. Sequía en incendios forestales fueron los detonantes para municipios de la Chiquitania boliviana. Moisés Salces Lozano alcalde de San Ignacio de Velasco, mencionó que la falta de agua en tiempos de sequía ha afectado de gran manera a que los incendios avancen a más de 350 mil hectáreas, que en porcentajes es más del 40% del territorio cruceño.

En el Altiplano, según Bertha Quispe , alcaldesa de Collana, desde el 2019  este municipio sufre frecuentes inundaciones, heladas, tormentas eléctricas que han generado incendios y perdidas agrícolas y pecuarias, “(…) hemos visto la necesidad de apoyar esta iniciativa del consorcio Resiliencia para empezar a desarrollar sistemas de alertas tempranas ante eventos adversos, con una mayor inclusión de las prácticas y saberes ancestrales donde la participación de los Kamanas – guardianes de la Pachamama es trascendental, puesto que son los encargados/as de cuidar los cultivos en la época de lluvias (autoridades indígenas originarias); su participación es importante por la capacidad, experiencia y reconocimiento de bioindicadores,  que coadyuvan las acciones del municipio en la prevención de daños por  eventos extremos de variabilidad climática acrecentados por el cambio climático”.