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Firma de carta de acuerdo entre la FAO y Practical Action

Escrito por: Practical Action en América Latina y FAO

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO y Practical Action (Soluciones Prácticas) firman carta de acuerdo para implementar el proyecto Fortalecimiento de la resiliencia de la agricultura familiar de pueblos indígena originario campesinos con enfoque de género y generacional en un contexto de COVID 19, financiado por la Cooperación Canadiense, bajo la coordinación de los Ministerios de Desarrollo Rural y Tierras y de Defensa, a través del Viceministerio de Defensa Civil. Este proyecto busca mejorar la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia de los medios de vida de los pueblos indígena, originarios campesinos frente a los efectos generados por la emergencia sanitaria de la COVID-19, bajo un enfoque de género y generacional.

El equipo de este proyecto trabajará en la reactivación productiva de 12 municipios del departamento de Chuquisaca, en el macrorregión de los Valles, considerando no solo los efectos de la quinta ola del COVID-19; sino también la amenaza de la sequía que provoca pérdidas en los cultivos, la seguridad alimentaria de las familias (disponibilidad de semillas e insumos) y el consiguiente impacto en su economía.

El acuerdo de las dos instituciones permitirá un trabajo en conjunto hasta diciembre de este año con un equipo multidisciplinario, que fortalecerá las buenas prácticas para la resiliencia de la agricultura familiar indígena originario campesinas con enfoques de género, generacional y de gestión del riesgo, pero además en el marco de la agricultura familiar mejorará la seguridad alimentaria y fortalecerá la resiliencia de los medios de vida.

Yamparáez, Tarabuco, Presto, Icla, Mojocoya, Zudañez, Tomina, El Villar, Sopachuy, Alcalá, Serrano y Padilla son los 12 municipios con los que trabaja el proyecto Resiliencia Indígena y Campesina, con un impacto directo en  480 unidades productivas que serán beneficiadas con kits de semillas de hortalizas tolerantes a las amenazas de la región; pero que además, aportarán a la disponibilidad y diversificación de cultivos en favor de la seguridad alimentaria. Estos kits serán distribuidos bajo criterios de selección que consideran: situación de vulnerabilidad a la pobreza, sexo/género y grupos etarios bajo un enfoque generacional.