
Atesorando el recurso de agua
Luz Mar Chao no ha cumplido los 25 años y ya es la Tesorera del Comité de agua de Altamarani, una comunidad Tacana ubicada sobre la ribera del Beni, cuyo territorio ha sido mermado por las recurrentes inundaciones y desbordes de este río.


La joven tacana, una vez al mes, espera a que sus vecinos acudan a la «oficinita» -como le dice- para cancelar el monto por el consumo de agua marcado (m3) por el medidor: «hay personas que no pagan lo que deben en un mes, pero luego pagan de dos meses, hasta de tres meses de una sola vez; pero todos están pagando», señala Luz Mar refiriéndose a las 11 familias beneficiarias del sistema de bombeo solar que beneficia con agua todos los días, desde hace más de un año.
«Antes teníamos que ir a sacar agua del río, y así sucia la tomábamos porque no teníamos de otra a veces cuando usábamos el generador teníamos que conseguir diésel entonces teníamos que ir al pueblo; el agua se bombeaba por dos o tres días y de nuevo nos quedábamos sin agua, esa era la vida», resalta esta mujer, que como otras en su comunidad, tenían que abastecer a sus casas con agua del río ubicado debajo de una pendiente de 20 m, la cual subían dos veces al día con bañadores cargados con el líquido vital, los hijos e hijas y a veces hasta la ropa mojada que se lavaba en las orillas.
Ahora el agua llega hasta sus casas, como resultado del trabajo de esta comunidad en el tendido de la red de distribución de agua, la instalación de medidores y de las piletas o grifos. Hasta enero de 2017 tenían ahorrado, por ingreso del pago del servicio de agua, más de 2000 bolivianos: “no han sido tocados porque no habido necesidad” dijo Luz Mar aclarando que este es un monto de previsión por si tienen que cambiar o reparar algo en el sistema que les provee de agua.


Mensualmente las familias pagan aproximadamente de 10 a 15 bolivianos por el consumo de agua esto representa un ingreso mensual de 200 bolivianos en promedio, que después de pagar los servicios de las dos personas que conforman el Comité de agua de la comunidad, es ingresado a la cuenta mancomunada que han abierto en una entidad financiera en la ciudad de Rurrenabaque: «Una vez al mes, si no puede el presidente del Comité, mi persona va hasta el pueblo y hace el depósito en la cuenta».
«Estamos muy felices con el agua en nuestra comunidad y sabemos que vamos a tener agua cuando vengan las inundaciones, porque cuando el río sube no se puede salir de la comunidad; antes no se podía ir a comprar el combustible para la bomba porque no había cómo, pero ahora no vamos a tener que salir de la comunidad porque la bomba va a funcionar».
El sistema de bombeo de agua solar fue resultado de la evaluación participativa de vulnerabilidades y capacidades realizada por la comunidad como una forma de planificación comunal con enfoque de gestión de riesgo; este proyecto se implementó junto a Practical Action Soluciones Prácticas y Christian Aid y a él se sumaron acciones del proyecto Fortalecimiento de la preparación y resiliencia en las cuencas de los ríos Beni y Mamoré, financiado por el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión Europea.
