Los impactos de los incendios en comunidades tacana

Daniela Mamio (Iz) durante capacitación en búsqueda y rescate, 2023

La brigadista y promotora comunal cuenta sobre los impactos de los incendios de 2023 en comunidades tacana.

Daniela Mamio tienen 33 años, vive en la comunidad indígena Capaina del municipio de San Buenaventura. Daniela es parte de una familia de líderes y autoridades de la comunidad.

Su papá Wenceslao Mamio fue corregidor de esta comunidad durante varios años, incluido el 2014, año en el cual la comunidad se enfrentó a una de las inundaciones más grandes del pueblo tacana. Cuando Capaina se inundó, Wenceslao recorrió toda la comunidad para poner a las personas en buen resguardo.

Daniela y Diego han seguido sus pasos y se han formado como líderes comunales desde diferentes frentes. Daniela se ha formado como promotora y brigadista de salud en la comunidad y es reconocida por la labor que realiza. La Alianza Zurich para la resiliencia climática, a través de Practical Action, fortaleció esta formación a través de las escuelas de campo, talleres de primeros auxilios y de búsqueda y rescate ante inundaciones.

Si bien las comunidades del pueblo tacana esperaban que La Niña trajera inundaciones, el 2023 se enfrentaron a incendios que devoraron casi en totalidad sus medios de vida.

“El incendio comenzó cerca de los últimos días de octubre, la comunidad estaba ayudando a otras comunidades que se estaban quemando; acudimos muchas personas de Capaina como voluntarios para socorrer a comunidades vecinas como Buena Vista, que estaban perdiendo todo”, recuerda Daniela.

La capacidad para controlar estos incendios era baja, los gobiernos municipales de San Buenaventura y Rurrenabaque destinaron sus recursos a esta lucha, pero sus capacidades se vieron superadas, acudiendo a declaratorias de emergencia y desastres para poder contar con el apoyo en escala de las Gobernaciones de La Paz y el Beni, y del Gobierno central sucesivamente.

Algunas comunidades tenían conocimientos básicos de respuesta ante incendios; aquellas que son parte de la Alianza, contaban con algunas capacidades que favorecieron esta primera respuesta, pero sobre todo resaltó su organización fortalecida a través de sus responsables de gestión de riesgos y de las brigadas conformadas para la primera respuesta y evacuaciones.

“El incendio en Capaina duró 2 semanas, se apagaba y se encendía por el viento”

Incendio en comunidades tacana, 2023

Los focos de calor parecían multiplicarse, alentados por el viento que facilitaba la dinámica del fuego de un lugar a otro; finalmente el incendió llegó a Capaina, las fuerzas de sus brigadistas ya estaban reducidas. “Cuando el fuego llegó a la comunidad, cerca de los chacos no se podía hacer nada, el fuego era intenso y el viento era fuerte, los chacos cerca al incendio se quemaron uno tras otro, todos casi en su totalidad”.

Daniela menciona que la comunidad se organizó para el primer combate con fumigadoras manuales, trasladando agua en bidones y en cualquier envase que sirviera para este fin. “Mujeres y niños trabajamos, no había de otra”. Hubo un momento en que el humo se tornó insoportable y las mujeres debieron permanecer en la comunidad.

Entre ellas, Daniela se quedó al cuidado de su bebé de 8 meses, y de otras personas afectadas por conjuntivitis, dolor de estómago, diarrea y otras afecciones a causa de la contaminación del aire y del agua.

“Nuestros ojos de agua se estaba quemando, el agua estaba llegando sucia, con basura y complicaciones en la salud de niños diarrea dolor de barriga”.

Con intervención del gobierno municipal la empresa trabaja en mejorar la calidad de agua y en la protección de estas fuentes de agua.

Varios años se volvieron cenizas

Wenceslao Mamio, trabajando en el primer vivero forestal de Capaina. Archivo Practical Action

Hace cerca de 9 años, la comunidad de Capaina, junto a otras comunidades, elevaban su primer vivero forestal, con plantines de cacao, injertos de naranja, en algunos casos moringa, y especies forestales. Desde un inicio fue un proceso pensado para fortalecer la resiliencia ante inundaciones con especies tolerantes a las inundaciones.

En Capaina, el diseño de las parcelas estaba centrado en el cacao silvestre, justamente por ser uno de los cultivos con menor afectación durante las inundaciones, pero también por sus cualidades organolépticas, por las cuáles tenían demanda en los mercados locales y potenciales mercados externos.

Después de la pandemia, la comunidad decidió posicionarse como productores de cacao; con apoyo del Fondo Canadá para iniciativas Locales (FCIL) y el Fondo Flamenco a través de Bos+, se mejoraron los sistemas forestales en las diferentes comunidades, con el objetivo de abrir alternativas económicas en comunidades con diversas presiones sobre su territorio.

La Escuela de negocios para mujeres emprendedoras Epuna Ecuana Eme (Manos de Mujer, en idioma tacana) fomentó la mirada emprendedora, basada en la sororidad con énfasis en herramientas de negocios.

Uno de los hitos más importantes de este proceso fue el impulso de la marca Tacana que promueve los productos sin deforestación como una de sus características principales. Todo este proceso fue coordinado, acompañado y validado por el Consejo Indígena del Pueblo Tacana, como estructura orgánica representante de este territorio conformado por 20 comunidades.

En noviembre 2023, con base a entrevistas realizadas por el equipo de Practical Action, 7 comunidades del territorio Tacana 1 reportaron la pérdida aproximada de 57 hectáreas de sistemas agroforestales. Capaina reportaba inicialmente 10 hectáreas perdidas.

Daniela se comunicaba con el equipo de Practical Action para alertar y pedir apoyo para su comunidad; anunciaba que su familia había perdido 4 hectáreas, 2 de ellas eran de “chocolate en producción y una hectárea del chaco del proyecto SAF en reforestación, al menos la familia perdió 4 hectáreas de chaco. No pudimos hacer nada al ver el chaco quemado, era como si hubiéramos llegado recién a la comunidad, no teníamos nada, todos nuestros productos se habían quemado”.

La líder menciona que algunas personas migraron para buscar sustento, otras volvieron a sembrar los productos a corto plazo dentro de un proceso de recuperación temprana.

“En comunidad hemos trabajado para recuperar nuestros chacos y hemos contado con apoyo de instituciones, pero todavía nuestro cacao tardará en producir al menos otros 3 años”.

Mura vita vita, el emprendimiento de chocolate silvestre ha quedado de alguna forma paralizado, Daniela menciona que cuando tienen pedido, optan por comprar materia prima de otro lado, pero que el cacao no tiene las mismas características, y mucho menos todo el proceso que ellos tienen establecido en el centro de acopio.

“La verdad no hay cacao y de momento no se puede hacer nada con el emprendimiento”.

Daniela enfatiza en el deseo de conservar tanto los principios de su producción, como las características y por eso volverán a invertir en sus parcelas.

Practical Action, en coordinación con el Viceministerio de Defensa Civil y autoridades locales se organizaron para la primera respuesta para las ollas comunes, posteriormente con apoyo de la Alianza Zurich, la COSUDE, el FCIL y fondos de la embajada de Australia, están trabajando para reactivar la producción y la rehabilitación de sistemas de agua.

De cara a los nuevos focos de calor

La ley de desastre del Gobierno Autónomo Municipal (GAM) de San Buenaventura sigue vigente hasta octubre de 2024, la unidad de Gestión de riesgos municipal comenzó acciones preventivas como capacitación en combate a fuego, comunicación e información sobre este evento y monitoreo de focos de calor con apoyo y coordinación con el Parque Madidi, la FAO, la WSC y Practical Action.

Daniela comenta que junto al GAM San Buenaventura, un grupo de 11 personas de Capaina se está capacitando para el combate contra incendios dentro de las comunidades y están asignando jornadas para cavar zanjas alrededor de la comunidad.

Por su parte el GAM Rurrenabaque, a través de su Dirección de Gestión del Riesgo ya tienen activado su Comité de Operaciones de Emergencia Municipal (COEM) y de momento están monitoreando las áreas más vulnerables y el cumplimiento del D.S. de la Pausa ambiental, medida del Gobierno central para evitar los incendios por quemas y chaqueos de forma indefinida.

Justamente, las crecientes amenazas que plantean el calor extremo, los incendios forestales y tormentas cada vez más destructivas han llevado a la Alianza para la resiliencia climática financiada por la Z Zurich Foundation a ampliar su labor. En Bolivia la Alianza Zurich para la Resiliencia Climática se enfocará en entender y proponer acciones coordinadas frente a incendios e inundaciones en los municipios de Rurrenabaque y San Buenaventura, entre otros municipios con alta vulnerabilidad a estas amenazas.

El nuevo enfoque en el calor es crucial, ya que sigue siendo un peligro climático relativamente nuevo y poco comprendido. A través de la investigación y la colaboración continuas, Practical Action, a través de nuestro trabajo en la Alianza, busca comprender mejor los impactos del calor extremo y desarrollar estrategias efectivas que garanticen un futuro más seguro y resiliente para las comunidades en la primera línea del cambio climático y vulnerables a la pobreza. Entérate más.

Por: Mónica Cuba Iriarte


Donante/s