Karito: Una brigadista lista para salvar vidas

A un poco más de dos horas de la ciudad de Cajamarca en el norte de Perú se encuentra Celendín, un distrito de clima cálido y frío templado. Allí, vive Karito Bello, una joven ingeniera ambiental que ha descubierto que puede ayudar a salvar vidas como brigadista comunitaria. 

Nosotros como brigadistas podemos apoyar teniendo los conocimientos en primeros auxilios para atender rápidamente” resalta Karito, explicando cómo ahora está lista para responder ante emergencias, desastres o cualquier eventualidad en el día a día de su barrio.   

Hasta hace algunos años, Karito vivía en el centro de Celendín. Sin embargo, cuando su familia se volvió más numerosa, tomaron la decisión de mudarse a un barrio al norte de la ciudad. Es un lugar pequeño, donde su gente es muy alegre y trabajadora, y se dedican principalmente a la crianza de cuyes y a la agricultura, cuenta Karito. 

Celendín ha crecido de forma acelerada. Muchas familias se establecieron en los alrededores de la ciudad sin considerar los peligros a los que podrían estar expuestas. El norte de la ciudad es particularmente vulnerable a las inundaciones debido a que, en dicha zona, a la altura del puente Chacapampa, se unen el río Grande y el río Chico. Allí, las viviendas construidas en las riberas de los ríos, están en grave riesgo de inundarse ante las crecidas del caudal o la activación de quebradas. 

En el 2008, las fuertes lluvias y el incremento en los caudales de los ríos Grande y Chico ocasionaron inundaciones que dañaron gravemente las viviendas de muchas personas que residían en la zona norte de Celendín. Lamentablemente, muchas personas se quedaron sin viviendas y el desastre provocó que un niño perdiera la vida.   

Karito es consciente de que ese tipo de tragedias pueden volver a repetirse en el momento menos pensado y quiso estar preparada para brindar la ayuda necesaria cuando se requiera. Es así como, cuando colegas suyos que trabajaban en el municipio le invitaron a participar del proyecto que implementa Practical Action a través de capacitaciones en primeros auxilios, Karito vio una gran oportunidad para aprender y proteger a su familia, sus vecinos y a toda su comunidad. 

El valor de ser brigadista comunitaria 

Como muchas localidades en las zonas rurales del país, Celendín cuenta con instituciones encargadas de la primera respuesta, como la policía, Defensa Civil o los bomberos. Sin embargo, este personal no es suficiente para atender emergencias de gran magnitud, como las vividas en 2008. 

Es allí donde la organización de la propia población para responder a las emergencias es fundamental. Por ello, Practical Action implementó el proyecto “Construyendo Comunidades Resilientes” con el apoyo de USAID/BHA. A través de la intervención en Celendín, se ha formado a brigadas comunitarias listas para actuar ante cualquier emergencia y brindar apoyo a las instituciones de primera respuesta. 

Las brigadas comunitarias están conformadas por personas capacitadas en primeros auxilios. El proyecto capacitó a Karito y a otros voluntarios de la comunidad para que conozcan cómo atender a una persona que necesita ayuda y cómo evacuarla a una zona segura. Cuando un desastre o emergencia ocurre, las y los brigadistas están listos para atender a cualquier persona con daños leves o derivar a una persona en estado grave para su atención urgente en los centros de salud.  

“Si vemos a una persona accidentada o atragantada, como ya tenemos los conocimientos necesarios en primeros auxilios, la podemos atender y brindar la ayuda hasta que lleguen los encargados que van a trasladarla o atenderla” nos explica Karito. 

Inspirando a más personas a actuar 

Karito es una de las pocas mujeres brigadistas en Celendín. Aun así, ella está convencida de que tanto hombres como mujeres pueden adquirir nuevos conocimientos y contribuir a las brigadas. Aunque al inicio recibió comentarios negativos, ella expresa que su pasión por ayudar a otras personas es mucho más fuerte. 

Las mujeres también sabemos cómo actuar. Nos han hecho de lado por mucho tiempo, ya es momento de que nos den la oportunidad y que sepan cuáles son nuestras capacidades” señala ella convencida. 

El rol de Karito como brigadista es fundamental para su comunidad, no solo por su trabajo de atención ante una posible emergencia, sino también por compartir sus conocimientos con las demás personas del barrio. Ella cuenta cómo el grupo de rescatistas difunden sus aprendizajes en sus casas o con sus amigos sobre cómo actuar en emergencias. “Ahora hay más personas que conocen el tema de prevención” comenta. 

Un distrito mejor preparado 

Celendín es ahora es un distrito mejor preparado para las emergencias y Karito sabe que la labor de brigadistas como ella es estar allí para su comunidad cuando más se le necesite. “Sé que estamos haciendo un buen trabajo” destaca satisfecha. 

Cuando Karito piensa en el futuro de su barrio, sabe que aún hay muchos desafíos pendientes. Ella quisiera que capacitaciones como las que recibió continúen y que lleguen a más personas. Por ello, hace un llamado a que otros jóvenes, especialmente mujeres, también se preparen como brigadistas. 

“Necesitamos que muchas más personas se unan a nuestro equipo para seguir respondiendo ante una emergencia” señala Karito. “Invito a todas las mujeres que quieran ser brigadistas a que se unan, que no tengan miedo, que también nosotras podemos hacerlo muy pero muy bien” finaliza Karito con una sonrisa. 


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