La importancia de la comunicación para el riesgo de desastres durante la crisis sanitaria por COVID-19
Escrito por: Dr Karen MacClune, Dr Rachel Norton, Kanmani Venkateswaran
En los últimos meses, hemos visto que la pandemia por COVID-19 se extiende por todo el mundo. Sin embargo, esta propagación no ha sido uniforme. Las comunidades en las que recién se inicia la transmisión de esta enfermedad y aún no han visto un aumento de casos tienen la oportunidad de aprender de las experiencias de comunidades que se han visto afectadas temprano. La comunicación para el riesgo de desastres durante la crisis sanitaria nos da lecciones que pueden ser usadas para apoyar a la preparación, tanto para controlar el crecimiento de la enfermedad como, de manera crítica, para los escenarios de riesgos múltiples que enfrentaremos a medida que la pandemia se superponga con las temporadas de inundaciones, huracanes, tornados, incendios forestales y otros fenómenos.
¿Cómo podemos usar nuestra experiencia en inundaciones para luchar contra la COVID-19?
Debido a que esta es una nueva enfermedad, a las brechas y demoras en el intercambio de información entre y dentro de los países, y a los rápidos cambios en el panorama de respuesta, la comunicación para el riesgo de desastres ha estado intentando ponerse al día. Una respuesta a esto es aprovechar las lecciones que nos da el trabajo en reducción del riesgo de desastres para desarrollar e implementar sistemas efectivos de alerta temprana. Las lecciones presentadas aquí, se basan en el aprendizaje de la Alianza para la Resiliencia ante Inundaciones de Zúrich (ZFRA por sus siglas en inglés) al implementar Sistemas de Alerta Temprana (SAT) en varios países, y a partir de revisiones posteriores a eventos de desastres importantes, proporcionan información sobre cómo tener una comunicación efectiva de riesgos, tanto para la pandemia como para cuando esta se cruce con otros riesgos futuros esperados.
Algunos elementos clave para considerar en la comunicación para el riesgo de desastres durante la crisis sanitaria de gobiernos locales, organizaciones humanitarias y grupos de primera respuesta son:
Identificar y pensar a qué peligros es susceptible la comunidad o país.
- En Asia, por ejemplo, de julio a septiembre es la «temporada de monzones», que trae fuertes lluvias e inundaciones. La temporada de huracanes en los Estados Unidos se extiende de junio a noviembre, mientras que la temporada de ciclones en el sudoeste del Océano Índico se extiende de noviembre a abril, con daños severos causados por el viento, fuertes inundaciones y marejadas ciclónicas.
- A medida que se revisan los peligros, se debe enfocar no solo en los peligros potenciales más probables o más graves, sino en todo el espectro de peligros que podrían afectar a la comunidad.
Considerar detalladamente lo que podría suceder si estos peligros suceden en simultáneo con la pandemia actual
- ¿Qué sucedería, por ejemplo, si la crisis sanitaria alcanzara su punto máximo en Asia durante la temporada del monzón? Las prácticas actuales de respuesta a inundaciones, como buscar un terreno más alto o retirarse a refugios de inundación, son efectivas para salvar vidas en estos contextos, pero darán lugar a hacinamiento y podrían aumentar la propagación de COVID-19. Congregarse en espacios confinados es exactamente el comportamiento que se nos indica que debemos evitar para frenar la propagación de la enfermedad. En el 2018, las inundaciones y tormentas desplazaron a un total combinado de 14,7 millones de personas, y muchas de ellas acudieron a refugios. Sabiendo que en ciertos lugares del mundo la temporada de inundaciones está a solo unos meses de distancia, los profesionales deberían pensar detenidamente cómo minimizar el riesgo de propagación del virus y al mismo tiempo mantener a las personas a salvo de las inundaciones. La clave para esto será garantizar que estén disponibles otros medios para limitar la propagación de la infección donde el distanciamiento físico no sea factible, y que los mensajes de salud pública se alineen con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- A medida que los sistemas de salud, las capacidades de respuesta a emergencias, los gobiernos locales y las organizaciones humanitarias se vean abrumados por la pandemia, los suministros médicos y los recursos humanos y financieros serán cada vez más escasos o tensos. Esto debilitará la capacidad de las comunidades y los países para movilizar recursos adicionales necesarios para abordar los impactos de los peligros naturales. Pensar de manera anticipada cómo adaptar la respuesta en condiciones de escasez de recursos puede ayudar a los actores y a los tomadores de decisión a prepararse para estos escenarios difíciles.
Identificar las necesidades de las comunidades para mantenerse seguras en escenarios de peligros múltiples
- Es necesario trabajar para generar pautas claras sobre lo que las personas y las comunidades deben hacer en una situación de peligro durante la pandemia (tomando en cuenta las restricciones de la cuarentena y distanciamiento social). Un aspecto crítico es planificar e identificar, con anticipación, los mensajes que se difundirán en una situación dada. Por ejemplo, ¿qué deben hacer las personas de alto riesgo durante una inundación? ¿A dónde deben ir las personas desplazadas si no pueden buscar un refugio seguro? ¿Cómo se van a seguir las recomendaciones de higiene y saneamiento de COVID-19 si el acceso a agua se interrumpe o no está disponible durante una emergencia por desastre? Si alguien ya está enfermo y aislado en su hogar, ¿qué debe hacer si tiene que evacuar? ¿Cómo deben prepararse los sistemas de atención médica para inundaciones o huracanes, sabiendo que pueden estar abrumados con pacientes enfermos en ese momento?
Identificar cómo se elaborarán y comunicarán los mensajes
- Se puede recurrir a expertos con buena reputación en la materia para ayudar a desarrollar y difundir mensajes simples y comprensibles. Esto debería ayudar a garantizar que los mensajes sean escuchados y entendidos. Esto incluye las guías de la OMS, como la guía Comunicación de riesgos y participación comunitaria (RCCE) en la preparación y respuesta frente al nuevo coronavirus de 2019.
- Se debe asegurar que los mensajes estén contextualizados localmente, es decir, incluir cuáles podrían ser los impactos locales, detallar lo que significan las advertencias para cada zona y describir cómo las comunidades y los individuos pueden responder.
- Diseñar mensajes con aportes de las comunidades. Para esto, es fundamental garantizar que las preocupaciones y necesidades de las personas más vulnerables se incorporen y se aborden en los mensajes.
- Los mensajes deben difundirse a través de canales de confianza, accesibles y bien utilizados. Al mismo tiempo, los actores clave deben estar atentos y preparados para lidiar con la difusión de información falsa o errónea, utilizando los canales ya existentes en lugar de establecer canales nuevos o adicionales.
Usa nuestra experiencia y comparte la tuya para salvar vidas y medios de vida
El coronavirus es una crisis global abrumadora. Está empeorando cada vez más la crisis económica. Y también sabemos que, inevitablemente, ocurrirán desastres en los próximos meses. El impacto de estos se agravará enormemente en un mundo que ya está en crisis. Planificar cómo elaborar y difundir advertencias de desastre en medio de la situación actual de pandemia es un paso crítico que las comunidades y los gobiernos locales deben tomar ahora para reducir el riesgo, minimizar los impactos y optimizar los resultados.
Afortunadamente, el mundo no enfrenta estas amenazas con las manos vacías. Las comunidades y los gobiernos locales pueden aprovechar el mundo de la GRD y aplicar los principios de la alerta temprana efectiva y la acción temprana a este desafío.
¿Tienes experiencias para compartir? Por favor comenta abajo o ponte en contacto en [email protected]. La situación de COVID-19 está evolucionando y escalando rápidamente. Aprender y compartir las experiencias puede ayudar a salvar vidas y medios de vida ahora, mientras en simultáneo se construye la capacidad de recuperación futura.
Traducción adaptada de la versión en inglés: The importance of disaster risk communication in the time of COVID-19.