Desarrollo de mecanismos de salvaguardia inclusivos para la financiación climática y la conservación de la biodiversidad

Donante: Darwin Initiative, Biodiversity Challenge Funds- Department for Environment, Food & Rural Affairs

Objetivo

Reducir la pérdida de biodiversidad y la pobreza multidimensional promoviendo la participación inclusiva y la distribución equitativa de beneficios, salvaguardando al mismo tiempo los derechos de las comunidades indígenas de la Amazonía boliviana.

Contexto

La Amazonía boliviana enfrenta una crisis ambiental y social marcada por la pérdida de biodiversidad la deforestación y la pobreza multidimensional que afecta principalmente a los pueblos indígenas, especialmente a las mujeres. En 2023, el país perdió 696.000 hectáreas de bosque, generando 370 millones de toneladas de CO₂, situándose entre los tres países con mayor pérdida de bosque primario a nivel mundial. La expansión agrícola, la ganadería, las políticas permisivas y los incendios provocados han agravado la situación, afectando territorios indígenas como el de los Tacana, en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Madidi. Entre 2021 y 2023, en el territorio Tacana se transformaron 972 hectáreas de bosque en cultivos, emitiendo más de 685.000 toneladas de CO₂. Aunque Bolivia ha abierto el mercado de créditos de carbono, la falta de regulaciones y salvaguardas adecuadas para los pueblos indígenas genera riesgos de exclusión y vulneración de derechos. Pese al potencial de los mecanismos de financiamiento climático, como los créditos de carbono, los marcos actuales siguen siendo insuficientes para garantizar la participación y protección efectiva de los pueblos indígenas en la conservación de sus territorios.

Estrategia

La estrategia de Practical Action integra enfoques que fortalecen la adaptación al cambio climático y la preparación ante crisis en comunidades indígenas. Promueve medios de vida sostenibles mediante la valorización de los servicios ecosistémicos y el acceso a financiamiento climático, vinculando la conservación con ingresos estables. Impulsa la resiliencia climática a través de prácticas forestales y agrícolas sostenibles que reducen la deforestación, previenen incendios y fortalecen la capacidad comunitaria de adaptación. Además, fomenta la igualdad de género y la inclusión social reconociendo el papel clave de las mujeres indígenas en la gestión de recursos naturales, promoviendo su liderazgo y acceso equitativo a beneficios económicos y ambientales. Finalmente, apoya la transformación de los sistemas mediante el fortalecimiento de marcos institucionales, salvaguardas sociales y ambientales, y modelos de gobernanza indígena que orientan la gestión territorial hacia la sostenibilidad, la equidad y la resiliencia.