Adaptación y mitigación del cambio climático en zonas urbanas (ELLA)

Autores:
Russell, JarrodObermaier, MartínRebolledo, EnriqueShort Baptista, Vivien GreenHeffer, Charlotte Olivia
Año:
2014
Colección:
Resumen:

En América Latina, el 80% de los aproximadamente 590 millones de habitantes de la región vive en ciudades. Entre el 2000 y 2010, el costo total estimado de daños producidos por fenómenos climáticos extremos en la región superó los US$ 40 mil millones, afectando alrededor de 40 millones de personas. De cara al futuro, las ciudades latinoamericanas deben prepararse para los impactos de los riesgos climáticos más frecuentes, graves, e incluso sin precedentes, aumentando la capacidad de resiliencia de su infraestructura y sus sistemas a través de programas de adaptación. Sin embargo, del mismo modo que las ciudades son vulnerables al cambio climático, están también contribuyendo al cambio climático: las zonas urbanas son responsables de aproximadamente el 75% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principalmente provenientes del transporte y de las construcciones. En un esfuerzo por disminuir la variabilidad climática y los eventos extremos, varias ciudades de América Latina están trabajando para desvincular el desarrollo económico de las emisiones de GEI que con una rapidez extrema avivan el cambio climático. A su vez, las ciudades se benefician de la gestión inteligente de las ciudades, de economías eficientes, y de poblaciones más saludables. Estos riesgos y estas oportunidades no se limitan a América Latina. La ubicación geográfica de varias ciudades de las regiones en desarrollo hace de ellas zonas particularmente susceptibles a los riesgos del cambio climático. De similar importancia, los altos niveles de urbanización en el mundo en desarrollo están aumentando la vulnerabilidad de las poblaciones locales a los impactos climáticos. Esta guía presenta una selección de ejemplos de lo que se está haciendo en las ciudades latinoamericanas para incrementar la mitigación del y resiliencia al cambio climático. Estos ejemplos muestran que la mitigación puede proporcionar beneficios mucho más allá de la estabilización del cambio climático global, y en realidad complementa los esfuerzos de adaptación, ayudando a establecer un microclima estable, aumentar la eficiencia económica y energética, y mejorar las condiciones de vida. Los lectores del mundo en desarrollo encontrarán estos ejemplos útiles para sus propias iniciativas, contribuyendo al desarrollo sostenible de las ciudades en sus propios países.