Desarrollando talentos locales para fortalecer la pequeña agricultura
El área rural del Perú concentra a la población más pobre del país. En el 2015, mientras que el promedio de población en situación de pobreza a nivel nacional era del 23%, la cifra era el doble para las zonas rurales. Y dentro del área rural, los más pobres entre los pobres son los productores de agricultura familiar de la Sierra. Son alrededor de 1.2 millones de campesinos quienes subsisten en condiciones de vida muy precarias y vulnerables, con bajo nivel de acceso a servicios básicos como electricidad o agua y saneamiento. La pobreza de estos productores se origina por la escasez y pobreza de los suelos en los que trabajan, con muy limitado acceso al riego y en zonas sujetas a condiciones climáticas extremas (friajes, heladas), que anualmente provocan repentinas pérdidas de cosechas enteras, sin que tengan mecanismos de protección alguno (seguros, etc.). También hay otros factores que intervienen, como su aislamiento de las principales cadenas de mercado, exacerbado por las diferencias culturales y de idioma entre los habitantes de los andes y el resto del país. La importancia de estos productores para la seguridad alimentaria del país es grande: cerca del 75% de la producción de alimentos de panllevar de todo el país es realizada por ellos (pues los agricultores medianos y grandes se dedican a la exportación). Un dato adicional importante, pero frecuentemente relegado, es que estos pequeños productores son quienes mantienen viva la biodiversidad por ej. de cultivos andinos originarios tales como la papa, la quinua, y otros granos andinos.