GP25: el llamado de Practical Action por alertas tempranas inclusivas
Las personas en la primera línea de la crisis climática están escribiendo el futuro de la preparación ante desastres al desarrollar sistemas de alerta temprana (SAT) que salvan vidas.

Al combinar herramientas de alta y baja tecnología que realmente funcionan, las alertas llegan más rápido, a través de canales confiables y en los idiomas que las personas hablan. Este enfoque permite reducir drásticamente los tiempos de evacuación y proteger los medios de vida.
Con el apoyo de Practical Action, estas comunidades están liderando el camino para convertir el riesgo en preparación, un mensaje de texto, una señal de radio y un mapa comunitario a la vez. Cuando las alertas son diseñadas por y para quienes más las necesitan, la resiliencia deja de ser solo una palabra de moda: se convierte en un salvavidas compartido.
Estaremos promoviendo estos enfoques en la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres.
• Para conocer más de nuestra participación, síguenos en LinkedIn o visita nuestro minisitio regional, y no te pierdas nuestro Learning Lab y evento paralelo sobre SAT equitativos. También puedes explorar nuestro trabajo en SAT en la región, incluyendo nuestra perspectiva sobre SAT multiamenaza, nuestras recomendaciones para el financiamiento centrado en las personas, y nuestro enfoque Missing Voices desarrollado a partir de nuestro trabajo en Senegal.
El peligro de la duda
Cuando el río Melamchi en Nepal comenzó a crecer el 15 de junio de 2021, el agricultor Gyanendra Kakshapati recibió algunos mensajes de alerta por SMS, pero llegaron demasiado tarde y contenían información contradictoria. Fue arrastrado por las inundaciones mientras intentaba proteger su criadero de truchas. Su familia nunca lo volvió a ver.
Lamentablemente, la historia de Gyanendra es demasiado común en lugares donde las alertas se retrasan o llegan en formatos difíciles de comprender o de acceder.
En América Latina, Asia y África, los riesgos climáticos están en aumento. En los últimos 50 años, las inundaciones, sequías y tormentas se han quintuplicado, y para 2050, se estima que 14,5 millones de vidas adicionales podrían estar en riesgo, con daños calculados en 12,5 billones de dólares. A pesar de ello, los esfuerzos por establecer alertas tempranas aún tienen dificultades para emitir advertencias a tiempo, en el formato adecuado y para llegar a quienes más las necesitan.
Solo la mitad de los países del mundo cuenta con sistemas multiamenaza, y un tercio de la población mundial no tiene ningún sistema de alerta. Las personas más expuestas suelen ser comunidades marginadas que ya enfrentan los peores impactos del cambio climático, como los pueblos indígenas, las personas con discapacidad y las mujeres.

Uniendo política y práctica en América Latina
En América Latina, los países están avanzando en el fortalecimiento de los sistemas de alerta temprana para prepararse mejor frente a los desastres relacionados con el clima. Los marcos nacionales y las colaboraciones regionales han establecido una base, pero la verdadera prueba es asegurar que estos sistemas lleguen a quienes los necesitan y que tengan sentido para ellos.
En Perú, la participación comunitaria ha sido fundamental. A lo largo del río Rímac, los vecinos se han convertido en guardianes locales de la seguridad. Desde techos, patios o balcones, personas como Manuel Carranza y Raquel Yzarra monitorean sistemáticamente los niveles de lluvia con pluviómetros manuales, recolectando información meteorológica vital como parte clave de un SAT comunitario. Estos datos en tiempo real alimentan los sistemas municipales, lo que permite que las alertas se difundan a través de múltiples redes.
Estas iniciativas demuestran cómo la combinación de tecnología y ciencia ciudadana puede empoderar a las comunidades para actuar de manera rápida y efectiva frente a peligros naturales.
“Los marcos globales solo son tan fuertes como las voces locales que incluyen. Nuestro objetivo es reforzar el vínculo entre lo local y lo global, llevando evidencia de buenas prácticas desde las comunidades más vulnerables a los foros globales, y viceversa.” – Miguel Aréstegui, Líder Temático de Resiliencia Climática, Practical Action en América Latina.

Una mirada más cercana a la resiliencia liderada por pueblos indígenas en Bolivia
A principios de 2014, las inundaciones en Bolivia tomaron por sorpresa a miles de personas. Más de 62,000 familias se vieron afectadas en todo el país. En la localidad de San Buenaventura, viviendas y cultivos fueron arrasados en una sola noche. “No hubo alarma, ni mensaje por radio que nos orientara”, dijo Nicolás Cartagena, líder indígena Tacana. “No esperaba tanta inundación”.
Desde entonces, las comunidades han revertido la situación. Con la ayuda de Practical Action, han establecido una red de radios solares en 20 comunidades, transmitiendo alertas tanto en español como en lengua tacana. Voluntarios comunitarios mantienen sensores de agua simples en ríos cercanos, envían actualizaciones en tiempo real a las autoridades y ayudan a sus vecinos a actuar antes de que sea demasiado tarde. En la última década, los tiempos de evacuación han mejorado en un 60%.
“En la mayoría de comunidades no hay señal de celular, solo radio”, explicó Roxana Terrazas, responsable de gestión de riesgo de desastres del territorio indígena. “Ahora podemos alertar de forma clara y rápida”.
Ella advierte que aún queda trabajo por hacer: algunas radios no pueden funcionar todo el día y los asentamientos más aislados necesitan mayor apoyo, pero las comunidades se sienten más preparadas y conectadas que nunca.

Más allá de las alertas: preparación multiamenaza en Nepal
Las intensas lluvias de 2021 convirtieron el río Melamchi en Nepal en una corriente de escombros. Al final del día, 337 viviendas resultaron dañadas, 525 familias fueron desplazadas, y infraestructura crítica —incluidos 13 puentes colgantes y el Proyecto de Abastecimiento de Agua de Melamchi— quedó destruida.
El desastre reveló brechas críticas en los sistemas de alerta temprana de Nepal. Aunque las alertas de inundación por SMS ahora llegan a 1,2 millones de personas en 28 distritos, la cobertura sigue siendo desigual. Las advertencias de deslizamientos —esenciales en un país donde el 80 % del territorio es montañoso— solo protegen a un tercio de las zonas de alto riesgo.
Tras el desastre, Practical Action se asoció con el Departamento de Hidrología y Meteorología (DHM) de Nepal para instalar estaciones automáticas meteorológicas e hidrológicas en la cuenca del río Indrawati. Esta tecnología alimenta con datos en tiempo real los sistemas del DHM, lo que permite emitir advertencias por SMS de forma más rápida y clara. Las comunidades también utilizan canales informales —como un grupo local de Facebook— para compartir actualizaciones en la región. Esto les permite verificar alertas y generar confianza en la información que reciben. Desde 2022, esta red mejorada ha ayudado a proteger cultivos, ganado y viviendas.
Sin embargo, la tecnología por sí sola no basta, advierte Dharam Uprety, Líder Temático de Resiliencia Climática de Practical Action en Nepal:
“Existe una necesidad urgente de ampliar los sistemas de alerta temprana multiamenaza centrados en las personas a lo largo de todos los sistemas fluviales. Esto es especialmente crucial ante los crecientes impactos del cambio climático y la necesidad de reducir el riesgo de desastres inducidos por el clima.”
Salvavidas vitales: por qué debemos actuar ahora
Los sistemas de alerta que salvan vidas no son solo instalaciones técnicas; se construyen sobre la base de la conexión humana, la confianza y el compromiso a largo plazo. Este enfoque ha funcionado en Perú, Bolivia y Nepal, pero no se expandirá sin apoyo global. En la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres de este año, Practical Action insta a gobiernos, financiadores y aliados técnicos a respaldar sistemas en los que las personas puedan confiar, especialmente aquellas más expuestas a los peligros climáticos.
Esto significa:
- Diseñar con y para las comunidades
- Invertir en capacitación, mantenimiento y liderazgo local, además de nuevo equipamiento
- Usar métodos confiables de baja tecnología como la radio y los SMS, junto con herramientas digitales
- Incluir funciones de SAT en planes oficiales, en lugar de depender de proyectos temporales
- Medir impactos tangibles, como vidas protegidas y tiempo ganado
- Los sistemas de alerta temprana inclusivos son nuestra primera línea de defensa en un mundo amenazado por el clima. Con el apoyo adecuado, pueden marcar la diferencia entre la devastación y la seguridad, entre saberlo demasiado tarde y tener tiempo para actuar.
Juntos, podemos construir sistemas en los que todas las personas confíen.
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