Promotores del conocimiento frente al cambio climático en Incahuasi 

En los valles y montañas del norte peruano, la agricultura es mucho más que un trabajo: es un modo de vida. Sin embargo, en regiones como Cajamarca, Lambayeque y La Libertad, las sequías, las heladas y el desbordamiento de ríos no solo amenazan la producción agrícola, sino que ponen en riesgo los medios de subsistencia de comunidades enteras. En el Perú rural, donde más del 40% de los hogares vive en situación de pobreza y depende del cultivo de sus propios alimentos, los desastres climáticos pueden significar perderlo todo en una sola temporada. 

Formación en resiliencia: Las Escuelas de Campo para Agricultores

Frente a esta realidad, Practical Action ha apostado por una iniciativa centrada en el liderazgo local para hacer frente a los desafíos del cambio climático. Con el apoyo de BHA/USAID, se implementa el proyecto «Construyendo resiliencia comunitaria en cuencas vulnerables», donde uno de los pilares son los promotores locales: hombres y mujeres que se han convertido en agentes de cambio y líderes de resiliencia al ser formados en las Escuelas de Campo de Agricultores (ECA).  

Las ECA son espacios de aprendizaje práctico donde las y los participantes reconocen juntos los problemas que enfrentan en su práctica agrícola, los analizan y exploran soluciones que se ajusten a sus circunstancias. Bajo la consigna “aprender haciendo”, se aprende sin descartar el conocimiento previo y se implementan nuevas metodologías para llegar al agricultor con conocimientos que los ayuden a mejorar su producción y cómo hacer frente a las amenazas climáticas. El campo es la fuente de aprendizaje, mientras los agricultores reciben formación y seguimiento a lo largo de todo el ciclo del cultivo. 

El rol de los promotores locales y la necesidad de conocimiento 

Víctor Manayay trabaja en la municipalidad distrital de Incahuasi (Lambayeque) desde hace casi dos años como promotor agropecuario. Su rol de promotor local es clave ya que actúa como líder y facilitador de procesos de desarrollo, aprendizaje y cambio en su entorno, a la par que promueve el vínculo tradicional de la colaboración y la organización social.  

Según narra Víctor, el equipo municipal ha tratado de llegar con mejores conocimientos a los productores, pero los cambios favorables que han logrado no han sido suficientes. No tenían las herramientas y metodologías adecuadas; no sabían identificar riesgos agroclimáticos ni realizar diagnósticos de chacra o tratamientos integrales ante las plagas y enfermedades de los cultivos. 

Gracias a su participación como promotor agrícola de Incahuasi y su formación en las ECA, junto con otras once personas de su provincia, Víctor reconoce que ahora cuenta con mejores herramientas y conocimientos para fomentar el intercambio de aprendizajes. Junto a sus compañeros y compañeras, impulsa buenas prácticas agrícolas basadas en lo aprendido en los talleres y está mejor preparado para gestionar los riesgos que puedan surgir. “Yo ahora ya sé lo que es el cambio climático. Antes no sabíamos nada de eso, pero ahora sabemos cómo podemos enfrentar algunas de sus amenazas; por ejemplo, sembrar árboles como cortinas cortaviento y regar nuestros cultivos por aspersión en horas de la tarde para que les afecte menos las heladas”, cuenta. 

Víctor viene implementando lo aprendido en su comunidad y compartiendo el conocimiento con sus vecinos. Pero las noticias viajan pronto y hoy cada vez recibe más invitaciones de comunidades cercanas para compartir lo que ha aprendido. A pesar de los largos trotes que esto le significa a veces, él considera que el conocimiento adquirido no se lo debe guardar: debe ser compartido y aplicado por todos y todas para mejorar sus cultivos y reducir los impactos del cambio climático en años venideros. También manifiesta que en Incahuasi están implementando buenas prácticas agrícolas que les han permitido mejorar su producción de hortalizas. Esto les está permitiendo mejorar la seguridad alimentaria en sus hogares y obtener excedentes que pueden venden en los mercados locales para mejorar sus ingresos. 

El aprendizaje y su aplicación irán generando un efecto multiplicador, teniendo a la solidaridad y la acción en comunidad como prácticas ancestrales que fortalecerán la resiliencia comunitaria en Incahuasi.  


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