Santa Fe: La calidad de un café a la altura de sus bosques
La calidad de un café a la altura de sus bosques
A 40 minutos de la ciudad de Jaén se encuentra Santa Fe, un centro poblado cafetalero, caracterizado por la amabilidad de su gente, la alta productividad de sus tierras y la boscosidad de la zona. Estos fueron factores suficientes para que Genaro Alarcón Pérez, natural de Lajas, Chota, a los 22 años, se decidiese por este, como el lugar para empezar a edificar su futuro.
Hoy, 63 años más tarde, Genaro, con voz satisfactoria, puede decir que no se equivocó. Establecerse en Santa Fe le permitió formar una familia numerosa (tuvo siete hijos) siendo el café su actividad principal. “Nosotros vivimos del café”, afirma Genaro, quien actualmente vive junto a su esposa, y sus hijos —agricultores todos— ya han formado sus hogares.
Genaro es consciente de la importancia de su labor como agricultor y ha encontrado en el café su inspiración y un motivo de superación, está convencido que un buen agricultor también debe ser considerado como un profesional. Por tal motivo, la capacitación constante y la actualización de conocimiento le resultan imprescindibles.
En el transcurso de su vida dedicada a la agricultura, ha sido testigo de múltiples cambios, entre ellos, la mejora en la producción de café y la reforestación. No obstante, atribuye como cambio más significativo el desarrollo del agricultor: “Gracias a las capacitaciones se ha producido un cambio en el agricultor de Santa Fe”.
Él, junto a otras y otros agricultores cafetaleros de la zona, fue uno de los primeros en recibir capacitación y asesoramiento técnico con el objetivo de lograr diversificar sus ingresos. Es importante saber que en el tema de producción de café, el factor cantidad no implica siempre una mayor retribución económica. “Mi mayor orgullo es la calidad de mi producto”, sostiene. Gracias al programa de formación técnica brindado por Practical Action, los agricultores han logrado obtener mayores beneficios, se ha puesto énfasis en la calidad y la importancia de tener un mercado seguro.
Genaro, quien vio una oportunidad para mejorar la calidad de vida de su familia con el programa de formación técnica desarrollado en el marco del proyecto binacional Perú Bolivia Café Correcto. “Mi mayor logro ha sido el cultivo de café estos últimos años porque casi todo mi café ha sido de buena calidad y he tenido buenos reintegros en momentos difíciles”, asegura.
“Para tener un buen mercado, nosotros tenemos que estar asociados. En la cooperativa no es tan importante la cantidad de socios, sino la calidad de estos para lograr un buena producción”, continúa consciente del poder de la asociatividad para lograr un café de calidad, con alto rendimiento en taza.
Las manos de Genaro, mientras revisa sus plantaciones de café, son un claro reflejo de perseverancia, pero sobre todo, símbolo de sabiduría. Su conocimiento sobre la conservación de suelos y la producción de café le ha permitido llegar a otras regiones cafetaleras donde intercambió experiencias con otros productores. Por ello, asegura que el agricultor nunca debe dejar de aprender, tiene que seguir capacitándose.
Por otro lado, si bien el café es la actividad principal en Santa Fe, gracias al piloto de reforestación del proyecto, los agricultores empezaron a ver en la madera una fuente de inversión a futuro. A través de las capacitaciones, se exhortó al agricultor a reforestar y preservar los bosques con la finalidad de que cuenten un respaldo económico a posteriori. Genaro, muy orgulloso, sostiene: “Los agricultores hemos hecho boscosa esta zona y conservamos los bosques”.
Genaro, en relación a los resultados del piloto, afirma: “Actualmente, tenemos árboles que se pueden aprovechar, cuentan con un espesor que se puede sacar la madera y buscando el mercado adecuado obtendremos buenos resultados”. Nos narra, además, que el cedro era una de las pocas variedades de árboles maderables que se podía encontrar en Santa Fe. Sin embargo, ahora también se puede observar variedades como laurel y eucalipto (maderas con buena demanda en el mercado). Por último, enfatiza: “Tenemos esta madera porque nosotros la hemos sembrado, con este proyecto nos hemos hecho casi como una familia, hay mucha confianza y todos llevamos la misma idea”.