Juana Hancco
Cruzando fronteras con la artesanía
Una de las primeras lecciones que recibió Juana Hancco Visa para su vida fue que, para crecer, no necesitaba depender de nadie. “Para qué le pides ayuda a la gente si tú sabes hacerlo sola”, le dijo su mamá una tarde en Pitumarca, uno de los ocho distritos de la provincia de Canchis, ubicada en el departamento de Cusco.
Pitumarca es conocida como “la capital del tejido andino”, por eso no es casualidad que la lección que Juana recibió de su madre se haya debido precisamente al arte de tejer. “Yo aprendí a tejer a los 18 años. Una vez, para ir a un carnaval, yo me hice tejer una lliclla (manta) y no quedó muy bien. Entonces mi mamá me dijo ‘para qué te haces tejer por la gente, la gente teje mal, mírate, ya eres mayor y tienes que saber tejer tú sola”. Desde ese momento Juana aprendió a tejer, y, sobre todo, a vérselas por ella misma.
Juana lleva 15 años tejiendo y dependiendo de su talento en la artesanía para mantener a su familia. “También hago la chacra siempre y tengo mis cuyes y mis alpacas, pero todos los días de mi vida tejo. Tejo llicllas, pasadizos, colchas, siempre tejo”, señala Juana.
El arte textil en los Andes del Perú es una alternativa para la diversificación y complementación de los ingresos en la economía familiar, pero los artistas textiles, como Juana, se enfrentan hoy en día a una situación desfavorable, caracterizada por la práctica de actividades de subsistencia y por altos índices de pobreza, que termina siendo un obstáculo para su desarrollo. Los artistas textiles tradicionales y asociaciones locales utilizan sistemas de producción ineficientes con tecnología inadecuada, escaso nivel organizativo y propuestas de diseños sin capacidad de diferenciación en el mercado. Eso se traduce en un hecho concreto: las ventas de sus productos.
Para contrarrestar aquello, Soluciones Prácticas, en alianza con la ONG italiana ProgettoMondo Mlal, la Asociación Ecología Tecnología y Cultura en los Andes (ETC Andes) de Perú y la Red Organizaciones Económicas de Productores Artesanas con Identidad Cultural (Red OEPAIC) de Bolivia, y con el financiamiento de la Unión Europea, implementa el proyecto Hilando Culturas: fortalecimiento de las capacidades de agentes culturales de la cadena de valor de arte textil andino para contribuir al desarrollo sostenible de comunidades de la sierra rural de Perú y Bolivia, que busca contribuir a la revalorización de la identidad cultural del arte textil andino, como instrumento para el desarrollo sostenible y crecimiento económico de las organizaciones artesanas ubicadas en los en los corredores Cusco-Puno (Perú) y La Paz –Oruro (Bolivia).
Uno de los objetivos principales del proyecto está en el fortalecimiento de capacidades en función de estándares de calidad y mercado, y para llevarlo a cabo, distintos artesanos, como Juana, han recibido capacitaciones, asesorías y talleres para brindar un soporte técnico adecuado a sus procesos de producción. Siempre con el propósito de mejorar las ventas.
“Vender es lo más difícil”, nos dice Juana. “No hay muchos clientes; vendemos a los que vienen a Pitumarca y a los que están caminando por ahí. Mi artesanía la vendo solo en las ferias a las que voy, aquí no hay mucho para vender, por eso solo vendemos en las ferias”. Juana forma parte de la Asociación Ñustas y Sirenitas, ubicada en Pitumarca, que le ha permitido incrementar su mercado, y también ha sido importante para que el proyecto Hilando Culturas conozca su trabajo. “El proyecto me ha ayudado mucho”, dice Juana.
Hoy en día, Juana y sus compañeras de la Asociación Ñustas y Sirenitas tienen la posibilidad de vender sus artesanías en una tienda en el Centro de Exposición de Arte Textil de Pitumarca, un punto de venta y de difusión de artesanías que busca contribuir al desarrollo y al turismo local, y que es promovido por Soluciones Prácticas.
Con el paso de los años Juana ha adaptado aquella lección de su madre, y si bien es cierto, para tejer ella no necesita de nadie, entendió que para poder ofrecer sus productos era necesaria una ayuda. El proyecto Hilando Culturas le propició la participación en espacios de exposición y venta, como parte del componente de articulación comercial de redes de artesanos y operadores regionales vinculados a la cadena de artesanías textiles con mercados nacionales e internacionales.
“Gracias al proyecto tuve la oportunidad de conocer Italia”, señala Juana. En setiembre del año 2015, representantes de asociaciones de artesanos de Canchis (Cusco) y Melgar (Puno) realizaron visita a Mestieri d’Arte Contemporanei Città Studi Biella (MAC de Biella), prestigiosa Escuela de arte y diseño de Italia para establecer un programa de fortalecimiento de capacidades en revalorización del arte textil. Una de las viajeras fue Juana.
“Hemos entrado a algunas empresas en Italia, ahí trabajaban muy bien y le daban valor a todo; nosotros no le damos mucho valor, ahí he vendido una chalina mía a una empresa a 25 euros, de ahí gané 70 soles”, relata Juana con emoción. La experiencia en Italia le permitió a Juana intercambiar y compartir técnicas con artesanos y diseñadores de la zona. “Nos enseñaron en una capacitación a hacer una chalina en un telar diferente. Si habría ese telar en mi zona podría hacerlo igual porque ya sé usarlo”.
Sin duda se trató de una experiencia inolvidable para Juana, aunque confiesa que al inicio le costó: “Hemos estado casi 3 días sufriendo ya que no nos comprendíamos mucho, luego de eso recién pudimos entender lo que nos decían de cómo debemos trabajar, y poco a poco hemos entendido”.
Juana concluye contándonos que en sus planes a futuro siempre tendrá presente a la artesanía. “Me ha dado todo lo que tengo la artesanía. Cuando otras asociaciones me pidan que les enseñe, les voy a enseñar. Voy a caminar solo con mi artesanía, siempre primero. Desde que aprendí con mi mamá hasta hoy no he parado. Gracias a la artesanía he educado a mis hijos, y me dedico a lo que me gusta”.